sábado, 4 de octubre de 2008

Mi Pontevedra... y la crisis que nos ataña.

Estimados amigos, hoy os quiero hablar un poco de nuestra Pontevedra hermosa cuidad tranquila por escelencia, con todas sus calles llenas de alumbrado navideño que bonita está mi Pontevedra amada tierra encatada bello jardín que yo contemplo apasionada, plazas, calles de viejas piedras por en tiempo transcurrido gastadas.

Es diciembre de lluvia calmada es un gozo recibirla, ya se necesitaba y un placer compartir estas palabras. Diciembre de lluvia cálida refrescando un poco mi camino.
Sabemos que acaba una época, pero no estamos en condiciones de vaticinar los nuevos rasgos de la que está empezando. Cada crisis muestra particulares propios que conlleva distintas consecuencias de las que tuvieron las anteriores. 
No sirve de mucho señalar coincidencias con los años treinta, aunque aquella también empezase en Estados Unidos arrastrando con sigo la economía mundial. Por aquel entonces en Europa la opinión estaba dividida entre los que creían que el capitalismo había llegado a su fín y los que estaban dispuestos a defenderlo, aunque para ello fuese imprescindible demoler el Estado Democrático. Es la principal diferencia que hemos de tener en cuenta.

Referente a la crisis que se nos viene encima, tendrá más repercusión en las sociedades menos favorecidas. En 1929, no solo se suicidaron los que se sentían culpables, también lo han hecho gentes que tenían todos sus ahorros de toda una vida invertidos en la banca, en bolsa muchos millones gente rica o mejor dicho pensaba que así era y de la noche a la mañana estaban en la calle y con lo puesto. Aquello fue una cosa parecida a una hecatombe. Confío en que hoy en día el mundo que creo que es más civilizado, los poderosos Gobernates, sean capaces de resolver este gran problema sin llegar a semejante situación. 

Besos y ánimo al mundo entero.
4-10-2008.  Marina Filguira.

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