Nuestro ciclo vital comienza en el vientre de nuestra madre allí, en un pequeño mar de agua.
A los tres meses de fecundación comenzamos a movernos y a sentir las vibraciones del exterior. Si la madre canta el feto brinca, nos reímos, soñamos, nos encogemos y estiramos braceamos nadamos hacemos mil piruetas. Si los padres se hacen caricias, el feto siente placer y se mueve como un torbellino.
Si por el contrario la madre está triste, guardamos silencio en ese pequeño charco donde nos vamos formando y creciendo hasta cumplir nueve meses.
Entonces se rompe el tapón, nos ponemos muy inquietos y tratamos de salir por donde se escapa el agua para ver la luz del mundo por primera vez.
Ahí cogemos el barco desde ese puerto llamado vaginal. Para dar la vuelta alrededor del mundo haciendo escala en varios puertos. Para unos será simplemente un placer con algún tropezón sin importancia, para otros será una verdadera odisea o calvario.
Ojalá que cuando cojas ese barco para rodear el Universo parando en puertos variados, no encuentres temporales ni tormentas. Que la travesía sea lo más agradable posible. Que en cada puerto suba a bordo un buen amigo un familiar o un amor que ocupe tu corazón y un asiento a tu lado, te acompañe todo el trayecto y juntos compartáis mesa mantel y tertulia para ser lo más felices posible. Aunque la vida siempre nos trae algún contratiempo puesto que nada es fácil; mas con tesón seguirás luchando por tu tripulación, alguno se bajará en algún puerto y se quedará, pero seguirás adelante porque otros subirán y ocuparán la silla vacía, así es la vida. Buena travesía y buen viaje.
18-5-2006. Marina Filgueira.
Un abrazote y besos para< queien guste leerme.
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